Pues que es una casa solariega construida en el siglo XVIII por mis antepasados. Buena mesa, buen vino, buen queso, mucha limpieza, mucha lectura, mucha tertulia.

Aquí se duerme bien… buenos colchones y buena lencería, nada de fibra. Las habitaciones son de buen tamaño y todas tienen baño completo, WIFI, televisor… ¡y claro! vistas al exterior, a nuestro jardín.

Buen desayuno, ¡eso sí, hay que empezar bien el día! Todo natural: el zumo de naranjas "Lola" de Valencia. Los huevos autóctonos, como la leche, que una vez bien hervida ¡me da una nata! Con ella elaboramos una de las especialidades de nuestro desayuno. Las cenas… caseras y sencillas, el jamón es gallego, como el queso… buen producto.

Solo tenemos 11 habitaciones, familiares y dobles, pero espacio de sobra para acoger a pequeños grupos(sobre 30 personas) de amigos o familiares que quieran reservar la casa para pasar un fin de semana agradable. Además, con un jardín tan grande, es ideal para los que viajéis con mascotas.

Una casa "muy vivida” que no recuerda en nada a un hotel. Rural ¡pero no rústica! sino natural. Fiel exponente de su época y de su zona.